martes, 23 de agosto de 2011


EL IMPERIALISMO: es el capitalismo en su fase superior y última de desarrollo; es el capitalismo en descomposición, agonizante, umbral de la revolución socialista. La peculiaridad distintiva fundamental del imperialismo respeto al período preimperialista del capitalismo estriba en que el gran capital monopolista domina en las esferas económica, política e ideológica. De ahí que el imperialismo se denomine también capitalismo monopolista. Lenin fue el primero en someter a un análisis científico multilateral el imperialismo y en determinar sus rasgos económicos principales. Son estos: 1. La concentración de la producción y del capital ha llegado a un punto tan alto de desarrollo, que ha hecho surgir los monopolios, los cuales desempeñan un papel decisivo en la vida económica. 2. La fusión del capital bancario con el industrial, sobre cuya base surgen el capital y la oligarquía financieros. 3. La exportación de capitales, a diferencia de la de mercancías, adquiere singular importancia. 4. La formación de agrupaciones monopolistas internacionales de capitalistas, que se reparten el mundo. 5. La culminación del reparto territorial del mundo entre las potencias capitalistas más importantes. El imperialismo no abroga los fundamentos del régimen burgués, como afirman machaconamente los defensores del capitalismo. Bajo el imperialismo se conservan las bases generales del modo capitalista de producción. Como antes, la propiedad de los medios de producción fundamentales sigue en manos de un pequeño puñado de capitalistas o de sus agrupaciones. Como antes, los trabajadores son objeto de explotación.

Bibliografía:

Córdova, Armando. El Imperialismo. Algunas contribuciones clásicas. Editor: Nuestro Tiempo,  Madrid 1979.
 
 * Imágen monopolista europeo: Google imágenes.

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